#Innovation, #Realestate, #Technology
El almacenamiento en frío se ha convertido en uno de los nichos más dinámicos y con mayor potencial en el sector inmobiliario comercial. Durante mucho tiempo considerado un activo no institucional, ahora gana reconocimiento generalizado, especialmente con su inclusión en índices clave de inversión. Con más del 75% de las instalaciones existentes construidas antes del 2000, la necesidad de almacenes modernos y eficientes energéticamente es urgente. Este segmento atrae cada vez más capital institucional gracias a su fuerte demanda estructural.
Uno de los principales impulsores del crecimiento es la consolidación de las industrias agrícola y alimentaria. A medida que crecen las explotaciones y empresas del sector, se necesitan infraestructuras de almacenamiento más grandes y avanzadas. Las nuevas instalaciones de almacenamiento en frío, equipadas con congeladores de choque, automatización y techos altos, mejoran la logística, reducen los costos laborales y aumentan la seguridad alimentaria. Los almacenes regionales centralizados están reemplazando redes fragmentadas, generando oportunidades significativas de desarrollo inmobiliario.
El cambio en el comportamiento del consumidor también impulsa la demanda. El aumento de comidas preparadas y ultraprocesadas, junto con un mayor consumo de frutas y verduras frescas, exige una cadena de frío confiable. Además, el e-grocery está transformando la distribución alimentaria. A medida que los supermercados migran hacia centros de cumplimiento centralizados, el almacenamiento en frío se vuelve esencial para satisfacer expectativas de frescura, rapidez y conveniencia.
Otro factor clave es la creciente necesidad de almacenamiento en frío farmacéutico. Con el envejecimiento de la población en EE. UU. y la expansión de la innovación farmacéutica, una mayor proporción de medicamentos y vacunas requiere control estricto de temperatura. En los próximos cinco años, aproximadamente la mitad de los nuevos fármacos necesitarán almacenamiento en frío. Proveedores logísticos como UPS y DHL ya están invirtiendo intensamente en infraestructura para respaldar este crecimiento.
Aunque existen presiones a corto plazo debido al aumento de la oferta y la vacancia, las perspectivas a largo plazo siguen siendo sólidas. Los avances tecnológicos en almacenes—automatización, monitoreo de temperatura y almacenamiento vertical—mejoran la eficiencia y reducen los costos. El almacenamiento en frío ya no es un nicho: es un componente clave de las cadenas de suministro modernas, con creciente relevancia en los sectores alimentario, farmacéutico y de comercio electrónico.
Consulta el informe completo aquí: https://bit.ly/4eaT79Q
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